El uso de productos que contienen ingredientes activos pueden marcar la diferencia entre lograr los objetivos correctos y quedarse cortos. Los activos son ingredientes respaldados por la ciencia que se enfocan en problemas específicos y brindan resultados físicos. Entonces, si tu objetivo es ver un cambio notable, es esencial usar un producto que contenga los adecuados.
Si tienes acné: Retinoides o peróxido de benzoílo.
Es posible que conozcas el retinol como un ingrediente anti-envejecimiento, pero ¿sabías que también puede tener éxito en el tratamiento del acné? Los retinoides tópicos ayudan a reducir la inflamación y actúan como limpiadores para mantener los poros destapados. Una opción popular es el adapaleno, tiene un menor riesgo de irritación en comparación con otros retinoides recetados y una excelente eficacia para tratar el acné y las cicatrices del mismo. Sin embargo, para algo más fuerte, habla con tu dermatólogo.
Otra opción es el peróxido de benzoílo que tiene propiedades inhibidoras de imperfecciones leves en comparación con el ácido salicílico. También, tiene otras propiedades para combatirlo, como poderes antibacterianos, que lo convierten en una excelente opción para el acné comedónico e inflamatorio.
Si tiene líneas finas y arrugas: Retinoides o ácido glicólico.
Como se mencionó anteriormente, los retinoides son conocidos por sus poderes anti-envejecimiento porque aumentan la renovación de las células, obstruir los poros, aumentan la producción de colágeno y disminuyen la decoloración.
Una alternativa (o un suplemento) es el ácido glicólico, que no solo es excelente para exfoliar, también se ha demostrado que ayuda a estimular el colágeno para minimizar la aparición de líneas finas y arrugas.
Si tienes hiperpigmentación: Vitamina C
Además de proteger la piel del daño de los radicales libres, la vitamina C también puede ayudar a bloquear la producción de pigmentación anormal. Existen formulas en forma líquida para pieles más sensibles de ácido ascórbico (vitamina C pura) para ayudar a aclarar las cicatrices, las manchas oscuras y otros tipos de pigmentación. Con este ingrediente lograrás un cutis más radiante y uniforme.
Si tienes sequedad o deshidratación: Ácido hialurónico + un emoliente.
El ácido hialurónico es un humectante que puede contener 1000 veces su peso en agua y atrae la hidratación a la capa exterior de la piel. Para obtener mejores resultados, se recomienda combinar el ácido hialurónico con un emoliente para retener esa humedad, por ejemplo, vaselina, dimeticona, escualeno, manteca de karité, aceite de coco, cera de abejas o ceramidas.
Si tienes los poros dilatados: Ácido salicílico
Este beta hidroxiácido ayuda a eliminar el exceso de cebo en el cutis, lo que puede llenar y dilatar los poros. Para ser más efectivo, busca productos que contengan un 2% del ingrediente.
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